domingo, 29 de septiembre de 2013

Y yo... yo tan otoño.

-¿Recuerdas aquel día en que juntos bailamos como poseídos? Estábamos completamente locos, éramos dos chalados en contra del mundo, pero bueno… ¿qué le íbamos a hacer? Tú tan fugitiva y yo tan cobarde. ¿Recuerdas que cada dos por tres te pisaba? Aún continúo riéndome de mi torpeza, esa noche, esa maldita noche de otoño fui el hombre más feliz del universo, ¿sabes por qué? Porque estabas cogida de mi mano. ¿Recuerdas la forma en la que me mirabas? Todavía me acuerdo de ella mientras escribo. Tú, tan dulce e inocente, tan flor en otoño y yo... yo tan otoño. Recuerdo que los árboles me soplaban las respuestas de cómo ser un buen novio, recuerdo que la paja se mantuvo en mis zapatos hasta semanas después de que corriéramos como locos en busca de un futuro. Me acuerdo de tu sonrisa, y no puedo evitar escribir, tu sonrisilla infantil, ¡quién pudiera ser otra vez feliz!... Luego aquel baile, con aquellos zapatos bicolor manchando el suelo de alegría, danzando como si pudieras levitar encima del suelo, encima de mi orgullo, y me agarrabas de la mano. ¿Recuerdas que te confesé mis temores? ¿Aún te acuerdas de la lista de sueños que teníamos planeados? Porque yo sí, y siempre la repaso antes de ir a dormir. Hacía calor aquella tarde, pero tus labios parecían tan refrescantes... ¿Te acuerdas de la tarde de las llamadas perdidas? Cuando por fin vi que me amabas, cuando supe que eras mía, juro que lo hubiera dado todo por ti. ¿Sabes que te creo ángel? Hasta después de separados, tú, mi musa, aquí estás otra vez, haciéndome sentir esto, haciéndome sentir especial. ¿Qué pasó? Yo, tan ingenuo como tú, pensaba que los ángeles sobrevivían a los terremotos, que aquel baile era eterno, como tus alas. ¡Quién pudiera acariciarte otra vez de la misma manera! Supongo que el amor es cruel, pero ahora sé que tú no, ni nadie, es el sentimiento, es el miedo, lo es todo. ¿Recuerdas nuestro San Valentín? Tan solo quería verte feliz, como ahora estás. Todo era simplemente amarillo, ¿qué clase de gris lo destrozó todo? Espero que sepas la respuesta mi ángel, porque yo me he comido la cabeza todos los días, y sigo igual que antes, sigo tan otoño.